La delimitación construida de tejido y postes olímpicos de la escuela del barrio llamarada se encontraba muy destruida por lo que la preocupación de las autoridades escolares por la seguridad de los cientos de alumnos y la integridad física del edificio llevo a gestionar ayuda. En el mes de julio el Gobernador Colombi autorizo la inversión solicitada por el ejecutivo santarroseño, por lo que de inmediato se inició la construcción con mano de obra local.

Según lo proyectado ya el muro tendría que estar finalizado pero en un sector coincide con el inicio de la obra de lo que será la sede del JIN Nº26, por lo que se aguarda a los arquitectos delimitar los espacios de cada uno. Otazo pidió “colaboración de los vecinos y padres de los alumnos, que serán los directos beneficiarios de esta construcción, para cuidar el lugar donde los chicos formaran su educación”. La cocina reemplaza a una hecha de madera y ya en estado deplorable actualmente, la nueva construcción contara también con un horno a leña y sus dependencias.



Fotos: Víctor Oviedo