Entre la madrugada del lunes y la de ayer, dos mujeres murieron asesinadas y los principales sospechosos son sus exparejas, ambos prófugos hasta el cierre de esta edición. En Santa Rosa, una joven madre, de 17 años, murió ayer de un disparo en el pecho, según confirmaron fuentes oficiales a La República. Organizaciones sociales ya emitieron una nueva alerta y exigen el cumplimiento de la Ley 26485 y el Protocolo de Actuación Policial para casos de Violencia de Género en las Comisarías.

Tres casos de violencia de género en las últimas 48 horas en Corrientes, dos de ellos con desenlace fatal, vuelven a encender una alerta pública sobre la gravedad del problema, que trasciende lo privado.

En Santa Rosa, una joven madre de 17 años, María Belén Sanabria, murió en la madrugada de ayer de un disparo en el pecho, mientras su madre, Teodora Acosta, y un hermano de 13 años dormían en otra habitación. Según el testimonio de Acosta, esta escuchó ruidos y al ingresar a la habitación de su hija, pasadas las 4 de la madrugada, la vio “bañada en sangre”.

La víctima era una joven madre de dos niños: una beba de 2 años y un bebé de 3 meses. El padre de su segundo hijo, Miguel Cerdán (40) está sospechado de haber cometido el crimen y es intensamente buscado.

En principio se intentó dar con su paradero en la zona de El Caimán, San Miguel, de donde es oriundo. Familiares indicaron a la policía que en la mañana de ayer buscó ropas y volvió a salir. El caso podría ser caratulado como feminicidio, habida cuenta de testimonios que indican que la joven habría sido golpeada por Cerdán en reiteradas ocasiones, aunque sin radicar denuncias.

El jefe del Departamento de Relaciones Policiales informó a La República que, de acuerdo con el resultado de la autopsia, la joven murió a causa de un disparo de arma de fuego, calibre 22, en el pecho. En la vivienda del trágico hecho, la policía se incautó de un casquillo de bala, aunque no logró dar todavía con el arma. Además, se presume que la menor no murió en el acto, sino que se había desangrado.

El hecho ocurrió a 48 horas del escalofriante caso del barrio San Benito, donde Sandra Silguero Cerullo (46) fue asesinada de 51 puñaladas. Por el hecho es también buscado su expareja, Daniel Borlicher (55).

Esta semana también Vanesa Almada, de 25 años, fue atacada a machetazos por su expareja, en la localidad de Caá Catí.


Exigen el cumplimiento de legislación vigente

La organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala) hizo ayer un nuevo llamado para el cumplimiento de la Ley Nacional 26485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, sancionada en marzo de 2009, como así también la Ley del Protocolo de Actuación Policial en materia de Violencia de Género, que busca la protección de las víctimas y una más ágil intervención de las autoridades competentes.

“Cuando una mujer acude en busca de ayuda, la policía debe tomar una denuncia, no una exposición”, recalcaron desde la agrupación y pidieron la “detención inmediata y cárcel para los feminicidas”.

“El feminicidio es la expresión máxima del machismo, por eso venimos exigiendo desde hace tiempo que se haga algo concreto y efectivo para que estos casos no sucedan más. Que las mujeres tengan acceso a la Justicia, que cuenten con asistencia integral cuando van a pedir ayuda, que el Estado no deje su vida librada al azar”, manifestó la coordinadora de Mumala, Leticia Gauna.

La organización, junto a otros espacios que integran la Multisectorial de la Mujer, fue promotora de varias iniciativas en el orden nacional, provincial, donde ya se declaró la emergencia por violencia de género en 2014, y municipal. “Mumala exige justicia y que los asesinos de mujeres estén tras las rejas”, enfatizaron en un comunicado.



LA REPUBLICA
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