River hizo negocio en la primera final de la Copa Libertadores ante Tigres de México, como visitante. Siendo inteligente a la hora de cuidar la pelota pudo cuidar el cero y con la igualdad sin goles quedó mejor parado para la revancha en el Monumental de la próxima semana.

No sufrió demasiados sobresaltos el elenco de Marcelo Gallardo en el arranque. A partir de la buena eficacia del equipo a la hora de defender, los hombres peligrosos del equipo local tuvieron que transpirar bastante para hacer notar su supremacía. Así, Jonathan Maidana y Ramiro Funes Mori, principalmente, fueron quienes sostuvieron ordenada la última línea del Millonario y supieron encontrarle la vuelta a los movedizos Rafael Sobis y al francés André Gignac.

De todos modos, esto no evitó que Marcelo Barovero padeciera los ataques de Tigres, a pesar de que contó con fortuna para mantener el cero durante la etapa inicial. A los 17, tras un desborde de Egidio Arévalo Ríos y un incompleto rechazo de Leonel Vangioni, terminó con la pelota en el travesaño, ante un descolorado Marcelo Barovero, quien sólo tuvo reacción para mirar. Dos minutos después, esta vez, la reacción del “1” fue la ideal, ya que ante un cabezazo potente de Sobis, casi en el área chica, Trapito se ubicó en el lugar indicado y se quedó con la pelota en su poder.

Luego de estas dos ocasiones, River siguió teniendo el control en el aspecto defensivo e intentó ser inteligente para controlar la pelota de mitad de cancha hacia adelante, logrando ese objetivo con creces. Quienes no tuvieron una gran participación y esto lo sintió la visita sobre todos por sus aspiraciones para intentar generar peligro en el arco defendido por el arquero argentino de la Selección, Nahuel Guzmán fueron los uruguayos Tabaré Viudez y Rodrigo Mora (se retiraron lesionados).

En el complemento, el trámite del encuentro no sufrió muchas variantes. El elenco de Núñez siguió siendo más inteligente para defender que su rival para atacar y así terminó haciendo un buen negocio en tierra mexicana, sacándole a la serie un guiño positivo para la vuelta del miércoles en el Monumental, estadio que esperará vestirse de fiesta tras 19 años./CRONICA