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Días difíciles para Mirtha Legrand
Actualidad - 24-03-2017 08:28:50
La diva de los almuerzos tuvo una semana bastante agitada. Juan Durán Barba, el asesor de Mauricio Macri, la criticó tras la cena con el Presidente. Además, Lina, su ex empleada acusada de robo, contraatacó.
De eterno porte elegante, con una lucidez y poder de adaptación envidiable para cualquiera a sus 90 años, Mirtha Legrand es una figura fundamental de la televisión argentina y, como tal, está permanentemente en la mira de todo el mundo.
Pero a pesar de que la Chiqui “vivió mucho”, como ella misma dice, lo cierto es que por estos días no la está pasando nada bien.
A la diva se le juntaron serios problemas por varios flancos, y se le nota. En las últimas horas, su ex empleada Lina, que enfrenta un juicio por haber sido supuestamente entregadora en el millonario robo de joyas que Mirtha sufrió hace unos años, pateó el tablero.
No sólo cambió de abogado sorpresivamente en pleno proceso, sino que amenazó con “destapar ollas”.
Muy exaltada luego del último programa de Mirtha, solicitó: “Déjenme en paz, soy un ser humano, tengo derecho a defenderme de tantas mentiras. Hay gente a la que no le interesa pagarme lo que me debe y buscan taparlo. Es demoledor ver lo que dijeron de mi familia. Tengo hijos, todo el mundo preguntándoles cosas. Desde los 13 años que trabajo”’, dijo Lina, y aseguró que “se la dan de honestos” pero “ni en la AFIP pagan”.
Además, se dirigió a Fernando Burlando, abogado de Mirtha: “Todo el mundo tiene derecho a decir basura. Estoy histérica, no me callo más. Si después quieren demandarme, que me demanden. Salen a decir que grite la verdad, yo la estoy gritando, soy una ciudadana. Basta con mi vida, con mis hijos, con mi familia. Si alguien que dio la cara veinte años en televisión hizo esto, sería un estado de locura”, se defendió la ex empleada, quien desde el ‘90 hasta 2010 estuvo junto a la diva en la TV. “Hace siete años estoy ahogada con un bozal mediático, ellos hablan y pueden destrozarme con chistes sobre mi vida”, y reiteró: “Soy una mujer inocente, fui un juguetito, un ratón de laboratorio”.
La semana pasada, Legrand -que fue a declarar apenas comenzado el juicio- admitió “tener miedo” porque con este proceso recordó muchos eventos desagradables y, para colmo, se supo que dos de los implicados en el delito que sufrió, hoy están muertos.
De hecho, también la diva estaría evaluando retirarse como querellante, porque no se esperaba tanto revuelo.
La política también
Como su figura es popular en todos los rubros, una vieja “mala onda” que ya existía entre la conductora y Jaime Durán Barba -asesor personal de Mauricio Macri- se avivó tras la cena con que la actriz volvió a la televisión esta temporada, con el Presidente y su esposa Juliana Awada como invitados.
El fuerte tono inquisidor de la Chiqui en Olivos tuvo mucha repercusión, a tal punto que este fue usado en el Congreso por legisladores kirchneristas para “chicanear” al jefe de gabinete que hacía su exposición anual. Lejos de esquivar el bulto, el funcionario respondió que “la grieta se va cerrando, qué bueno que los diputados ahora le den importancia a lo que dice Mirtha”.
A todo esto, la Chiqui se volvió tema de debate y críticas casi excluyentes en noticieros, ciclos políticos y redes sociales, algo que tampoco hace bien a su atribulado estado de ánimo.
DIARIOSHOW.
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